Yo no pedía un chico corriente, ni guapo, ni listo. No pedía alguien que me quisiera tanto, ni nadie que llamara. No pedía un te quiero cada día, ni que sea verdad. No pedía un verte un fin de semana. Ni pedía abrazos cada vez que me vieras, ni besos, ni caricias, ni miradas, ni cosquilleos dando tumbos por el estómago. Ni palabras, ni indirectas, ni momentos especiales, y felices. Yo no pedía nada de eso. NADA.
Y sin pedirlo me a venido algo mucho mejor.
Me ha venido lo que nunca pedía, pero realmente quería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario